AFICIONADOS A LAS ARMAS

Tuesday, September 25, 2012

DEBEMOS OPONERNOS A LA REFORMA LABORAL POR SIGNIFICAR PRECARIEDAD

Andrés Manuel López Obrador confió en poder detener las reformas estructurales, al considerar que son contrarias al interés nacional y a las conquistas sociales, según comentó en entrevista con Reforma. El excandidato presidencial de la izquierda abundó que, entre sus motivos para mantenerse activo en la política, está el oponerse a estas propuestas de modificaciones legales en materias como laboral, energética o hacendaria. "En ese sentido soy un obstáculo. Ojalá y pudiese yo detener todas esas reformas estructurales", dijo el exabanderado quien quedó en segundo lugar de la elección presidencial del 1 de julio. "Me opongo a que sigan saqueando México. Porque la política económica neoliberal que han aplicado no es más que eso: es transferir bienes de todos los mexicanos a un grupo. Lo que ellos llaman reformas estructurales no son más que acciones en contra del interés nacional y en contra del interés del pueblo y de las conquistas sociales de los mexicanos", indicó. El experredista criticó que la reforma fiscal implicaría aumentar los impuestos, en particular el IVA. "Y mantener privilegios fiscales para los de mero arriba", aseveró. López Obrador aseguró que la reforma energética consistiría en "apoderarse" del petróleo, el gas y la industria eléctrica. Sobre la reforma laboral, el político tabasqueño descalificó la propuesta de pago por hora, pues explicó que el salario mínimo aún es bajo en el país. "Es una infamia lo que quieren hacer. El salario mínimo en México es 10 veces menor al de Estados Unidos. Allá se paga por hora. Aquí quieren que se pague por hora. Quieren pagar por cuatro horas, 30 pesos. Como a $7.50 la hora. ¿Sí? Si el salario en México fuese como en Estados Unidos, pues entonces sí que paguen por hora. 30 pesos, ni para el pasaje de los trabajadores", detalló. La reforma laboral es la única que se ha planteado formalmente en la actual Legislatura del Congreso, a iniciativa del presidente Felipe Calderón, donde los grupos parlamentarios -incluyendo al PAN- han manifestado su intención de modificar puntos como los contratos por hora. Las reformas estructurales son impulsadas por actores políticos, como el presidente electo Enrique Peña Nieto y el actual mandatario Felipe Calderón, así como el sector empresarial, con la intención de detonar el crecimiento económico y la competitividad, argumento que es rechazado por López Obrador. "Es falso que el país no avance porque no se han aprobado las reformas estructurales. Para empezar, ya casi todo está aprobado", señaló al suplemento Enfoque. El experredista consideró que el próximo gobierno del priista Enrique Peña Nieto continuará con la misma política de su correligionario Carlos Salinas de Gortari, presidente de 1988 a 1994. López Obrador insistió en que esta política, a la que se refirió como "el salinismo", también estuvo vigente en los sexenios de Vicente Fox (2000-2006) y de Felipe Calderón (2006-2012

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